Por Hna. Noelia Ramírez O.S.R.
Tras una Ilusión Azul Los ojos celestes de Emma Segovia dejan translucir el cielo de sueños e ilusiones de un alma siempre joven que ya transita “la década de los 70 años”, edad que no corresponde con su espíritu jovial. Con caminar elegante y airoso, la figura lánguida de la artista se acerca puntual a la cita apretando entre sus manos un bolso que contiene sus más preciados tesoros.
Hace 53 años que esta escritora de poemas infantiles dejó su Córdoba natal para instalarse en la gran Ciudad de Buenos Aires. Esta distancia es relativa ya que siempre vuelve a su pueblo, Villa María, en cada uno de sus libros, sus versos se refrescan en las aguas de su río y el mate con peperina es su musa inspiradora. Elegante y a la vez sencilla, Emma comenta su vocación de escritora con los ojos emocionados mientras nombra a su maestra Mercedes, que le enseñó a “amar las letras” y a la gran poeta Alfonsina Storni a quien admira profundamente. Todos sus libros son para niños en edad escolar, los ama y escribe para ellos sabiendo que realiza una obra de amor y un servicio a la infancia. Son “Palabras que se van sembrando en el corazón de los niños para que fructifiquen en el momento indicado”, señala mientras acaricia su última obra publicada Ilusión Azul. Emma no tiene hijos propios pero hizo suyos “todos los hijos de la gente”, por eso se dedicó y se entregó por completo a los más chicos para los que escribe desde el corazón.
¿Cómo haces para llegar a la sensibilidad de los niños?
“Si yo no tuviera este corazón a veces un poco trashumante y mágico no podría llegar hasta la fantasía que el niño requiere y entonces no podría hacer mi creación. Necesito tener el corazón redondo de emociones y necesito estar muy cerca de Dios”.
Desde una fe muy fuerte se percibe a una mujer orante y espiritual en donde siempre es posible “retomar la fantasía con el sustrato de energía que viene de lo alto”.
De su bolsito saca y despliega sobre la mesa un abanico de diplomas y reconocimientos que exhibe con orgullo y emoción. Aquel galardón a los 13 años por su poema al “Soldado Desconocido” y el Premio “Alfonsina Storni” a nivel internacional que le permite sentir un llamado a “ofrecer sus dones” y a partir de allí comienza a recopilar sus poemas que antes rompía.
Rescata, entre tantos reconocimientos, uno otorgado por la Sociedad Argentina de Escritores “Leopoldo Lugones” en donde participa activamente hace casi 30 años.
La Sociedad Argentina de Escritores es para Emma Segovia “la fuente de juvencia, donde están todas las cosas más queridas y respetadas”. Allí se siente querida, es un lugar de encuentro, creación y reconocimiento. Hace varios años forma parte en este lugar de la comisión directiva del grupo literario “En Clave de Palabras” que se reúne los primeros jueves de cada mes.
¿Qué significa la poesía en tu vida?
“La poesía tiene que existir porque los poetas tienen que existir, son como un mandato ineludible, para mí la poesía es importantísima en mi vida, es fundamental, me da razón de poder respirar a veces.”
Esta “sembradora de valores” se emociona nuevamente al contar la visita a su escuela de Villa María donde siempre vuelve a presentar sus libros y en la última oportunidad tuvo el honor de izar la bandera. Allí se encuentran sus “amiguitos” que siempre le entregan su cariño y escuchan con admiración sus declamaciones. En la biblioteca escolar siempre está a mano un libro de poemas infantiles de esta “Escritora Argentina”.
Mujer fuerte y sensible, contagia en su sonrisa la ilusión por la vida y su rostro marcado deja vislumbrar el esfuerzo de una poeta humilde que lucha cada día por la subsistencia y por entregar a la infancia un tesoro de historia y valores. Llena de entusiasmo cuenta sobre su nuevo proyecto “Semillitas de Oro” que estará listo para el 2011. “Cada libro mío cuenta con unos 60 poemas”comenta con un tono de satisfacción. Como quien acaricia con la mirada el sueño de un mundo lleno de luz e ilusiones, la poeta eleva su espíritu en cada verso infantil.
Emma, ¿Qué consejo dejas a las nuevas generaciones para llegar a tu edad tan llena de vida?
“Muy sencillo. Acá no se trata de grandes cosas mágicas sino de tener cierto orden interior, no afanarse por el futuro que te lo maneja Dios desde arriba, no mirar hacia atrás con angustia el pasado, simplemente dejarse estar en las manos de Dios y ser una lamparita que ilumina sin pretensiones, sin envidiar a los que tienen más luz y sin estar horrorizadas por las que están apagadas, simplemente estar cerca de Dios, sabiendo que estás cumpliendo cada día, yo, mi página diaria, porque aunque no tuviese que nacer ningún libro, la página diaria la debo hacer para escribir cada día mejor. Eso es todo, así de sencillo… y yo, con un mate con peperina, como buena cordobesa”
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