Es un reporte en el que Estados Unidos se arroga la facultad de evaluar al resto de los países. Sobre la Argentina dice que “lleva a cabo esfuerzos significativos” para combatir la trata, pero que aún “no cumple totalmente con los estándares mínimos”.
El gobierno de Estados Unidos presentó ayer en Washington su informe anual sobre trata de personas, elaborado por el Departamento de Estado, en el que examina las acciones implementadas en 184 países para enfrentar ese flagelo. El reporte destaca que el gobierno argentino “lleva a cabo esfuerzos significativos” para combatir la trata, pero a la vez considera que todavía “no cumple totalmente con los estándares mínimos” para eliminar el delito. El titular de la Unidad Fiscal especializada en el delito de trata (Ufase), Marcelo Colombo, relativizó la legitimidad del informe (ver aparte). El reporte tiene la particularidad de que no se trata de una evaluación de un organismo internacional, sino que es un país que se arroga la facultad de evaluar a los demás y –curiosamente– al mismo tiempo a sí mismo.
“Durante el año pasado el gobierno de Argentina identificó un número record de víctimas de trata, que incluyeron una importante cantidad de víctimas de trabajo forzado. Se incrementaron las acciones judiciales y condenas de los tratantes y subvencionó diversos refugios para las víctimas”, valora el informe.
“Argentina ha avanzado mucho. Hay que reconocer los esfuerzos. No está en ninguna lista gris”, dijo ayer a Página/12 Jason Mack, agregado Laboral y de Derechos Humanos de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, a cargo de la elaboración del capítulo local del reporte, para lo que tomó como fuentes diversos organismos gubernamentales, ONG y legisladores, según explicó. Mack agregó: “La trata de personas es un problema internacional. Tampoco Estados Unidos tiene una política perfecta”. El informe valora positivamente una serie de medidas adoptadas en el último tiempo en la Argentina, pero al mismo tiempo cuestiona la cantidad total de condenas, que –señala– “sigue siendo baja en comparación con la cantidad de víctimas identificadas”. Opina que “los servicios especializados –de atención a víctimas– continúan siendo dispares en todo el país” y advierte que la “supuesta complicidad de algunos funcionarios de gobierno en el ámbito local y nacional impidieron avances más sustantivos en la lucha contra la trata”
Una de las medidas que valora el informe es la decisión de la Secretaría de Derechos Humanos, anunciada en febrero, de presentarse como querellante en todas las causas de trabajo forzado, una iniciativa que Estados Unidos califica como “un notable avance que puede disminuir la presión sobre las víctimas de trata”.
El informe del Departamento de Estado señala que Argentina es un país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños víctimas de la trata con fines de prostitución y trabajo forzado. Y recomienda al Estado argentino reformar la ley vigente para eliminar que se tenga que probar que las víctimas adultas no dieron su consentimiento a la situación de explotación. Este punto está siendo considerado en la Cámara de Diputados, en un proyecto que se está consensuando entra el oficialismo y la oposición. También recomienda “destinar más recursos para la asistencia a las víctimas, especialmente refugios y servicios especializados a nivel nacional y provincial junto a las ONG” y continuar con las “capacitaciones en materia de trata para agentes de seguridad, fiscales, jueces y demás funcionarios públicos”.
El reporte coloca a la Argentina en la lista 2, igual que el año pasado, donde el Departamento de Estado norteamericano ubica a los países que según su visión no cumplen con los estándares mínimos para combatir la trata, pero que sí muestran esfuerzos en ese sentido. Comparten ese sitial, entre otros, Uruguay, Brasil, Japón, México, Israel, Chile y Paraguay. Los de la lista 1 son los que sí cumplen con los estándares mínimos para Estados Unidos: ahí está el propio Estados Unidos, Noruega, Australia, Bélgica, Canadá, Francia, España, Finlandia, Reino Unido y Colombia (el único latinoamericano), entre otros países. Hay otra categoría –los que están en la lista 2, pero con observaciones en su boletín–, a la que son enviadas aquellas naciones que no demuestran muchos esfuerzos. Y finalmente, los reprobados son los de la lista 3, donde aparecen, entre otros, Cuba, Irán y Venezuela, casualmente tres países a los que Estados Unidos no considera amigos precisamente. Hasta hace dos años Argentina estaba en la lista 2 con observaciones.
Fuente: Página 12
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