Corina

Estamos terminando el año, les diré que lo estoy terminando de una manera muy especial, les cuento, pasaron 17 años que las hermanas Iki y Manuela me invitaron a pasar por la casita de la Boca: PUERTA ABIERTA, tardé en decidirme, pero una tarde salí del trabajo
más temprano y fui. Me encontré con las hermanas que estaban con un grupo de mujeres a punto de merendar. El recibimiento que tuve fue
inolvidable, sentí que nos conocíamos de siempre, la sensación era de una gran familia. Me invitaron a tomar un mate cocido y de pronto empiezo a escuchar que decían cantando: TE DAMOS LA BIENVENIDA, TE DAMOS LA BIEVENIDA, DE TODO CORAZÓN, PORQUE SE LO MERECE,
PORQUE SE LO MERECE, DE TODO CORAZÓN; me dije “si recién me conocen, ¿por qué Me lo Merezco?” con este recibimiento me trasmitieron la energía y amor que había en esa Casa. Esa canción que fueron trasmitiendo las hermanas como himno emblemático para recibir a las
Mujeres y que lo hacían con la voz y el corazón, venía con una carga emocional personal que me identificaba con las Mujeres. Las hermanas y las Mujeres estuvieron conmigo, no solo me escucharon, me contuvieron y me enseñaron ver la vida desde los valores y derechos que tenemos las mujeres. Pasaron muchos años y me encuentro hoy en esta casa tan llena de historias compartidas, caminando calles, visitando a las mujeres, tanto camino recorrido, festejando la vida, acompañando el dolor. Estamos terminando el 2010 y me sorprende una noticia: que había sido elegida desde el Proyecto Puerta Abierta con la mención de “Profeta de hoy” en reconocimiento a la vocación de servicio y compromiso en la construcción de una sociedad más justa y solidaria, otorgado por el Colegio Santísimo Redentor de Ramos Mejía, en el Bicentenario del Fundador de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor: el Padre José María
Benito Serra. Desde ese momento recibí muestras de cariño de muchas personas a las que les agradezco desde el corazón. Fue tan grande la emoción que todavía lloro por lo vivido, tanta alegría, tanta felicidad. No termino de sorprenderme, de ver tanta gente que está involucrada en la Misión, respetando el legado de los Padres Fundadores: AMAR Y SERVIR SERÁ NUESTRO LEMA. Volví a recordar la canción: ¡Te damos la bienvenida de todo corazón PORQUE TE LO MERECES… “Y me pregunté: ¿Me lo merezco?” si todo lo que hice fue por opción, por vivir la vida desde otro lugar. Recordé todo lo vivido; le puse palabras: Conocer, mirar, escuchar, reflexionar, optar,
entregar, todo eso solo se hace por amor. Quizás no se espera nada, pero cuando llega este regalo bendecido, lo acepto y lo comparto con las Hermanas Oblatas, que fueron las primeras que me compartieron lo más valioso que tenían: LA MISIÓN, el amor incondicional hacia las Mujeres que están en Situación de Prostitución. Estar presente en momentos de tristeza y de felicidad. Ir al
paso con ellas y las Mujeres es sentirse VIVA, PLENA,  CON UNA GRAN FUERZA INTERNA QUE NO PERMITE QUE CAIGAS, estás acompañada hasta cuando no están. Gracias por la invitación a ver otra Realidad a la cual la sociedad se encarga de “esconder debajo de la alfombra
y gracias por ese GRAN REGALO de que fui portadora durante todos estos años. Les quiero decir algo: “USTEDES TAMBIEN NOS NUTREN”. Que Dios las llene de Bendiciones para seguir con esta Misión. Agradecer a los representantes de la Comunidad Educativa del
Colegio Santísimo Redentor que pensaron y realizaron esta hermosa y emotiva propuesta. Cuando vi el video pensé “¿Todo esto soy yo?, ¿todo esto es para mí?”
LES DOY LAS GRACIAS, fue una Caricia para mi Corazón. Gracias a mis hijos MARÍA JOSÉ y HERNÁN y mi nieto LUCAS que se hicieron presentes en este momento tan especial, siempre estuvieron acompañándome con su amor y la fuerza que me dan día a día, y por el respeto
que tienen por mi opción de acompañar las Mujeres que ejercen la Prostitución. Gracias también a MANUELA, PRIMA DEL CORAZÓN. GRACIAS a todas y todos por tanta demostración de cariño


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