Fuente:agenciasuburbana.com.ar: 20/02/2011
La Justicia comenzó a juzgar a la titular de un cabaret por esclavizar sexualmente a una menor. Su cómplice, un Policía Bonaerense, está prófugo
Una menor de 15 años fue traída a la Argentina de manera ilegal y con falsas promesas de trabajar como niñera. Pero su estadía en el país se efectivizó en un prostíbulo de Quilmes Oeste. Tal es así, que la Justicia Federal de La Plata comenzó a juzgar a la encargada de regentear el burdel por el delito de Trata de Personas, mientras que su pareja -un Policía Bonaerense- continúa prófugo de la Justicia.
En el banquillo de los acusados se encuentra Graciela Villarreo, acusada de regentear un cabaret ubicado en calle San Mauro Nº 1397, de Quilmes Oeste. Lugar donde estuvo obligada a prostituirse la menor.
Durante el proceso judicial trascendió que en la causa también está imputado y permanece prófugo Carlos Aníbal Fernández, un oficial de la Policía Bonaerense, pareja de la procesada.
Una historia a la vista de todos
Luego de escapar de su cautiverio, la chica -se desprende de la investigación- intentó cruzar la frontera para volver al Paraguay, donde fue detenida por detectarse que su documento estaba adulterado.
En Posadas, Misiones, la joven de 15 años se comunicó con su madre que se encontraba en Encarnación. Al conocer la historia, la madre radicó la denuncia policial y tomó intervención el Juzgado Federal de Quilmes, a cargo de Luis Armella, quien pudo ubicar el lugar donde fue llevada la víctima de la Trata.
Con todos estos antecedentes, el juicio oral y público estará a cargo del Tribunal Oral Federal II de La Plata, integrado por los jueces Horacio Isarrualde, Olga Calitri y el camarista Leopoldo Schiffrin. Mientras que el Fiscal de juicio del fuero federal platense, Marcelo Molina.
Números que asustan
En los últimos 18 meses, más de 900 mujeres fueron secuestradas en la Argentina por redes de trata de personas. La estadística corresponde a la red de organizaciones no gubernamentales que se ocupan de buscar a esas mujeres y de contener a las familias de las víctimas.
Pocos, en todos los ámbitos, son los que hacen algo serio al respecto.
El furor quilmeño de la prostitución
Dos informes periodísticos de El Suburbano reflejaban cómo más de 100 prostíbulos trabajan las 24 horas en distintos puntos del distrito. Eso sí, a la vista de todos.
Bajo los título ‘Esto no existe’ y ‘Hacen la del mono’, este medio sacó a la luz las ubicaciones de esos ‘privados’ y ‘bares’, y las modalidades comerciales que cada una de ellas ofrecen a sus clientes.
Durante la investigación periodística varias comunicaciones telefónicas se mantuvieron con es-tos burdeles. En la mayoría de los casos, los que atendieron del otro lado de la línea ofrecieron extranjera, y sin medias tintas en varios casos suelen agregar ‘chicas de 18 años, lo que quieras’, lo que hace presuponer a los especia-listas consultados que se trataría de menores de edad.
A varios meses de esta denuncia pública, todo sigue igual.
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