Hasta ahora no se me olvida la alegría que sentí al encontrarnos esa mañana en plaza once. Son esas alegrías que cuestan describirlas porque recorren todo el cuerpo y brotan de lo más profundo…
¡Pero como no estar feliz si las sonrisas escapaban de la boca de todas! Ese día nos encontrábamos en la plaza como tantas veces lo hacíamos (la plaza es para nosotras lugar de encuentro) pero esta vez este encuentro era solo el único del gran encuentro que tendríamos con nuestra madre del cielo la Virgencita de Luján.
Para algunas era la primera vez que iban al santuario, para otras era un reencuentro nuevo en un contexto diferente y para todas era un regalo de Dios el poder encontrarnos y compartir ese día ¿que había en el corazón de cada una? Sólo Dios sabe y la Virgencita Lujanera porque a sus pies pusimos todo. Lo cierto es que cada una a su manera, desde su propia historia y experiencia nos sentimos hermanas en una misma Fe, en un Dios que nos mira y escucha con ternura.
¡ Y en el camping, junto al río! ¡Qué lindo la pasamos!
Compartimos la comida, las risas, el tiempo. Nos regalamos un poquito de nosotras mismas a cada una.
La misa fue el broche de oro de este gran día. Juntas celebramos la Palabra y la Eucaristía y depositamos en la mesa del altar la ofrenda de nuestra vida con todo lo que teníamos para pedir y agradecer.
¡Qué hermoso regalo, María! Sólo una Madre buena nos puede mimar tanto.
Nos despedimos en la plaza, las sonrisas continuaban aunque ya estábamos algo cansadas después de todo el día de paseo. Fue una hermosa manera de cerrar el año 2013. Ahora, el comienzo de este nuevo año, me nace invocar la protección de María, Virgen buena para todas las que formamos Puerta Abierta Recreando. El 2014 ya comienza: “Ven con nosotras a caminar, Santa María, Ven”
Hna.Noelia.


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