De María Elena Walsh
En un ranchito de adobe
ha nacido el Niño Dios.
Aquí vengo con mi caja
a cantarle una canción.
La Virgen come manzanas,
La Virgen come manzanas,
San José tiene calor.
Por la quebrada vienen
los Reyes Magos,
cargados de alfeñiques,
miel y chipaco.
Miel y chipaco sí,
para la guagua
que nos está mirando
dentro del alma.
Llora en su cama de paja
el Niño muerto de sueño.
Con sus alas lo abanican
ángeles catamarqueños.
La virgen oye los pájaros
y San José cuenta un cuento.
Por la quebrada vienen
los Reyes Magos,
traen un poncho fino
y otros regalos.
Y otros regalos sí,
para la guagua
que ha venido a salvarnos
de cosas malas.
Por la ventana del rancho
espían los animales.
Una corzuela curiosa
abre los ojos muy grandes.
La Virgen peina sus trenzas
y San José toma mate.
Los Reyes Magos
vienen por la quebrada.
Traen dulce de tuna,
leche de cabra.
Leche de cabra sí,
para la guagua,
Dios misericordioso
que nos ampara.
Todavía no han llegado
los doctores ni los ricos.
Sólo venimos los pobres,
animales y changuitos.
La Virgen nos acaricia
y San José nos bendijo.
Por la quebrada abajo
traen los Reyes
una corona de oro
y otros juguetes.
Y otros juguetes sí,
para la guagua
que nació para darnos
fe y esperanza.
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