Por Carmen Ugarte García, OSR México

Conmemorar el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres y Niñas, confirma la difícil, dolorosa, sistemática e histórica explotación sexual hacia las mujeres a nivel mundial.

La Conferencia Mundial de la Coalición contra el tráfico de Mujeres realizada en Dhaka-Bangladesh en enero de l999 eligió el 23 de septiembre para conmemorar esta histórica lucha1, en homenaje a la ley argentina N° 9143 promulgada un 23 de septiembre de 1913, como primera norma legal en el mundo contra la explotación infantil. Dicha ley marcó la culminación de una de las luchas más resonantes de la historia contra la esclavización de mujeres, niños y niñas para el ejercicio forzado de la prostitución. El propulsor fue el diputado Alfredo Palacios.

La trata de mujeres con fines de explotación sexual, tiene raíces profundas en la historia de la humanidad, ha estado ligada a las guerras, a la esclavitud y a la consideración de las mujeres como objetos sexuales. En A.L. se ubica en la época de la conquista, en cumplimiento de la ley de guerra, tomaban o entregaban el “botín de mujeres” al vencedor, lo que dio origen al comercio sexual. A fines del siglo XIX, la trata de mujeres se agudizó después de cada guerra mundial, siendo víctimas las mujeres europeas, que huyendo del hambre y la guerra, fueron presa fácil de los traficantes, eran comerciadas hacia países árabes, africanos o asiáticos, como concubinas o prostitutas. Lo que llevó a denominar a dicha actividad como trata de blancas, porque se reclutaba a mujeres blancas2.

Diversas organizaciones internacionales (ECPAT, UNICEF, OIT) señalan que cada año en el mundo millones de mujeres, niñas y niños son víctimas del tráfico humano con fines pornográficos, vendidas para convertirse en esclavas del turismo sexual y puestas en el mercado de la prostitución3 donde, por supuesto, las ganancias también son millonarias sin importar el daño causado.

La trata de personas con fines de explotación sexual sigue tomando fuerza a nivel mundial y no se puede entender como una cuestión aislada de las lógicas de dominación patriarcal y neoliberal que sitúan a las mujeres como la “mercancía más rentable” para la mal llamada industria del sexo que necesita ser alimentada constantemente por mujeres cada vez más jóvenes, tomadas con engaños y a la fuerza. A su vez, provocada por la demanda, el incremento de la migración y el aumento de mujeres afectadas, que para sostener a sus hij@s y familia, buscan mejorar sus condiciones de vida, “tomando con resignación, vergüenza y culpa” lo único que les es ofrecido: la prostitución.

Pero, ¿quién explota a las mujeres? y ¿quién convierte el cuerpo de las mujeres en objeto de satisfacción sexual? Desde nuestra infancia, nos dice Ana de Miguel4, las mujeres aprendemos que tenemos que ser atractivas. Y lo interiorizamos hasta tal punto de que nos agotamos ante el intento, siempre frustrado, de cumplir las exigencias de la belleza patriarcal, donde uno de los pilares es el control del cuerpo y por consiguiente la sexualidad de las mujeres. Resulta chocante reconocer que vivimos una sexualidad reprimida, sin conciencia y sin derechos, siempre dispuesta al servicio de otros. Ellos necesitan el sexo, estar sexualmente satisfechos para desarrollar otras cualidades personales… Y así perpetuamos ese sistema de dominación del hombre hacia la mujer, alimentando su demanda permanente de sexo.

Los tratantes son personas sin escrúpulos, pueden estar muy cerca, conocidos o desconocidos, amig@s y hasta familiares, siempre van a aprovechar la situación de vulnerabilidad de las aspiraciones económicas, emocionales, familiares o sociales de sus víctimas. Para “engancharlas” utilizan el engaño y la manipulación aparentando amabilidad, ofrecen regalos, dinero, viajes o atractivas oportunidades de empleo, y también empleando métodos como el sometimiento con violencia o el rapto.5

En las recientes orientaciones pastorales6 el Papa se pregunta “¿son realmente los traficantes la causa principal de la trata?”. Estas reflexiones también nos las hacemos nosotras y muchas otras instancias. Tenemos el compromiso de hacer visible lo invisible, de poner al descubierto lo que hasta ahora ha permanecido oculto, “a los consumidores”, ellos representan una enorme masa que ha permanecido oculta e ignorada.

Yo creo, continúa reflexionando el Papa, que la causa principal es el egoísmo sin escrúpulos de tantas personas hipócritas de nuestro mundo. “La verdadera solución es la conversión de los corazones”. “Necesitamos evitar el gatopardismo” es decir, pretender cambiar todo para que nada cambie”7, el Señor no quiere ajustes superficiales que pronto se olvidan, nos pide la conversión del corazón. ¿Podremos?, ¿queremos?

El desafío es grande, no podemos seguir permaneciendo en silencio, no podemos seguir aceptando la explotación, no debemos acostumbrarnos al sufrimiento. Que la audacia del Espíritu nos mantenga firmes en la lucha contra la explotación de las mujeres, para continuar tejiendo juntas historias de redención.

¡¡¡Si nuestro esfuerzo es común, junt@s podemos hacer más!!!

1. https://www.gob.mx
2. www.uasb.edu.ec
3. ecpatmexico.org.mx
4. Filósofa feminista especializada en el análisis del neoliberalismo sexual y la trata y tráfico de mujeres. Libro: Neoliberalismo sexual. El mito de la libre elección –oct de 2015.
5. Tríptico Rahamim. Rahamim es parte de Talitha Kum, red mundial contra la trata de personas formalizada en 2009 en la UISG. (Unión Internacional de Superioras Generales) con una Mística por la defensa de la vida y la dignidad humana afirmando así el rol profético de la Vida Consagrada, quien siempre ha estado al lado de las personas más vulnerables y empobrecidas.
6. https://migrants-refugees.va › blog › 2019/01/17 › orientaciones-pastorales. “Atroz flagelo” que el Papa Francisco denunció ante las Naciones Unidas en septiembre de 2015
7. Homilía del Papa Francisco en la Misa para Cáritas Internacional 23.5.19





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