Homilía pronunciada por el Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j. en Plaza Constitución con motivo de la 4ta Misa por las Víctimas de la Trata y Tráfico de Personas.
Y por eso hoy Jesús viene aquí; y no viene a proponer una teoría de la libertad o a decir como hacer las cosas sino que viene a decir que está con estos hermanos y hermanas nuestros que en esta ciudad de Buenos Aires viven esclavizados. Ustedes me podrán decir: “Pero Padre, usted siempre dice lo mismo” … Y sí, mientras en Buenos Aires haya esclavos voy a decir lo mismo! En el colegio nos enseñaron que la esclavitud estaba abolida pero saben que es eso? Un cuento chino! Porque en esta ciudad de Buenos Aires la esclavitud no está abolida; en esta ciudad la esclavitud está a la orden del día bajo diversas formas; en esta ciudad se explota a trabajadores en talleres clandestinos y si son inmigrantes se les priva de la posibilidad de salir de ahí; en esta ciudad hay chicos en situación de calle desde años! No sé si hay más o menos pero hay muchos, y esta ciudad fracasó y sigue fracasando de liberarlos de esta esclavitud estructural que es la situación de calle. En esta ciudad esta prohibida la tracción a sangre … pero todas las noches veo en Plaza de Mayo carritos cargados con cartones y tirados por chicos…Eso no es tracción a sangre?? Es esclavitud que explota. En esta ciudad se rapta a mujeres y chicas y se las somete al uso y abuso de su cuerpo, se las destruye en su dignidad. En esta ciudad hay hombres que lucran y se ceban con la carne del hermano, la carne de todos esos esclavos y esclavas; la carne que asumió Jesús y por la cual murió vale menos que la carne de una mascota y esto pasa en esta ciudad!!! Se cuida mejor a un perro que a estos esclavos nuestros! Que se los patea! Se los deshace! La gran ciudad de Buenos Aires… y Jesús esta hoy aquí para decirnos: “Mirá a tu hermano… mirá a tu hermana…”
Hace un par de horas estuve reunido con la mama de Marita Verón, que fue robada por los tratantes y sometida a trabajo en prostíbulos. Logró liberar a otras 129 chicas pero a su hija todavía no la encontró. En esta ciudad hay muchas chicas que dejan de jugar con muñecas para entrar en el tugurio de un prostíbulo porque fueron robadas, fueron vendidas, fueron traicionadas…
Hoy venimos a pedir por las victimas de trata de personas, la trata del trabajo esclavo, la trata de la prostitución; en esta plaza del barrio de Maria Cash venimos a pedirle a Jesús que él, que es Dios y tomó nuestra carne, nos haga llorar por la carne de tantos hermanas y hermanos nuestros que son sometidos. Le venimos a pedir a Jesús que aprendamos a cuidar a estos hermanos nuestros sometidos a la esclavitud con la ternura que merecen y que no gastemos nuestra ternura en cuidar y en atender mascotas dejando de lado el hambre de nuestros chicos…
Ciudad pecadora… Ciudad sufriente… Ciudad que no sabe llorar… Buenos Aires necesita llorar: llorar por la esclavitud de sus hijos, de tantos hijos e hijas que pasaron por el volquete y quedaron en el volquete… en Buenos Aires se ha instalado la cultura del volquete porque se dan por desperdicio a hombres y mujeres que cayeron en la trata de personas. Alguno podrá preguntar: “Padre, como puede ser esto?” Lo dije las dos últimas veces: Hay una anestesia cotidiana que esta ciudad sabe usar muy bien y se llama coima y con esta anestesia se adormecen las conciencias. Buenos Aires es una ciudad coimera! Jesús esta acá con nosotros! Jesús: enseñanos a pensar en tantos hermanos y hermanas nuestros que son esclavos, enseñanos a meternos en su carne, enseñanos a llorar por esta esclavitud de Buenos Aires, enseñanos a ser más solidarios, y a luchar para que esta ciudad no tenga más esclavos.
Y a la Virgen, Madre de todos nosotros, le pedimos que nos contagie ternura materna para sentir que esos hombres y mujeres, chicos y chicas, sometidos a la esclavitud en esta ciudad, son hijos de ella e hijos nuestros. Que Dios bendiga a todos los que en este momentos están sufriendo, siendo explotados; que Jesús los acaricie. Hoy Jesús está en Plaza Constitución, no para hacer política ni para dar una conferencia sino para llorar con su Pueblo.
Que así sea.
Buenos Aires, Viernes 23 de septiembre de 2011.
Cardenal Jorge M. Bergoglio, s.j.
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