Por Claudia Huircan (Coordinadora Equipo provincial de JPIC- Claretianos Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay)

“Lluvias inusuales”, “Desastre natural”, es la manera de abordar la noticia sobre las inundaciones que devastaron varias provincias argentinas desde fines de 2018 por parte de los medios concentrados de comunicación. Al explorar medios alternativos descubrimos que los argumentos para el desastre ocasionado por el agua(?) distan de las versiones oficiales.

En 2016, el Banco Mundial alertaba que entre 2001 y 2014 Argentina perdió un 12% de zonas forestales, esto equivale “a perder un bosque del tamaño de una cancha de fútbol cada minuto”. ¿A quién beneficia la deforestación?: Claramente, según los especialistas de diversos organismos oficiales y académicos, el monocultivo de soja amplió su frontera sobre las provincias que sufrieron las peores consecuencias que detallamos. Se deforesta para ampliar la siembra de cultivos requeridos por mercados externos y al hacerlo, se pierde diversidad, produce una concentración de la tierra en detrimento de los pueblos originarios y los agricultores familiares, reemplaza la producción animal o agropecuaria tradicional por métodos de cultivo o cría de ganado que sobreexplotan el suelo. En Córdoba, según el estudio1 realizado por Lisandro Agost, biólogo de la UNC2 se perdieron 150 mil hectáreas de vegetación nativa en el período 2000-2012.

¿Y cómo afecta el cambio climático?: Sin dudas, este genera fenómenos meteorológicos poco frecuentes pero el problema no se circunscribe estrictamente a ello. Estas lluvias poco frecuentes en suelos sin cobertura vegetal o con siembra incapaz de tramitar la absorción y drenaje del agua, se transforma según el Dr. Raúl Montenegro3 en “una autopista donde el agua circula a gran velocidad”, porque las prácticas agrícolas que sólo aspiran a aumentar el lucro generan la imposibilidad de llegada del agua a la “esponja rocosa” para cumplir su ciclo natural.

A la luz de los acontecimientos es importante recordar al Papa Francisco:”Si la tierra nos es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual”4, la conversión ecológica integral es urgente, de otro modo seguiremos cada temporada lamentando víctimas.

1. A partir de “Cambios del Bosque a Nivel Global 2013”
2.Universidad Nacional de Córdoba
3. Biólogo, Presidente de FUNAM
4. LS- 159

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