Por eso decidimos hablar con Félix Díaz, qarashe de la comunidad Qom Potae Napocna Navogoh (La primavera) de Formosa, para que nos cuente cual es la situación actual que está viviendo su Comunidad en medio de las resistencias y luchas por sus derechos.
Felix nos explica con voz firme, clara y pausada que llevan varios años tratando de avanzar en un protocolo para garantizar la protección de los indígenas de la comunidad a pesar de que la Comisión Interamericana de los DDHH ha dictado una medida cautelar que sigue vigente.
“Perdimos 5 hermanos, durante este proceso de resistencia y lucha de los pueblos indígenas en esta comunidad”, afirma el Líder con tristeza en la voz y añade que “no es solamente el tema seguridad, sino que también tiene que ver el tema de salud, el agua, el DNI, y también cuestiones laborales, que no estamos bien en este tiempo.”
Como profeta de su pueblo alza la voz para exigir que “el Estado tiene que ser el garante del respeto de los pueblos indígenas y también la protección de los territorios que estamos ocupando” y denuncia los actos de corrupción a los que se encuentra sometido el pueblo indígena en la actualidad.
Muchos y muchas de nosotras nos enteramos de la existencia de este pueblo entre nosotros y de sus luchas, por las noticias de la represión policial “en ese triste día del 23 de noviembre del 2010” y luego por ver sus carpas instaladas en la Av. 9 de Julio, como alterando el paisaje de la ciudad para que nos diéramos cuenta que existen.
Ya son 5 los asesinatos que se sucedieron en este último tiempo y la justicia parece tener los ojos más vendados que nunca permitiendo que los atropellos de todo tipo continúen impunes. Así lo explica Félix Díaz con sus propias palabras:
“las denuncias que hemos hecho en la fiscalía se archivan, no se ha podido avanzar con la investigación de la persecución que nos hacen los criollos de la zona que tienen sus intereses dentro de nuestras tierras por el pastaje de ganado. También los municipios locales tienen su interés dentro de la comunidad, como el manejo de los programas sociales de la agricultura familiar. Los municipios empezaron a negarnos la distribución del agua. Además, algunos de los miembros de esa policía de las comisarías que están cerca de nosotros, fueron los partícipes de la represión del 2010 donde ningún policía está procesado, investigado o sancionado.”
Su voz es enérgica, aunque a la vez serena, hay un tono de tristeza que acompaña su discurso: “esas son cosas que nos pasan día a día”, dice mientras explica la manipulación política que sufren sobre todo los jóvenes para poder conseguir un trabajo.
Sí bien en la Argentina tenemos leyes y la adhesión a la Declaración Universal de los Derechos humanos en el reconocimiento de los derechos indígenas como derecho universal, el problema está en que la ley no se cumple y los pueblos originarios se encuentran desprotegidos.
“Nosotros somos siempre las personas más discriminadas en cualquier país que estemos, porque se considera como mano de obra para la explotación. Cuando nosotros nos manifestamos contra del modelo de los manejos de cultivo, los patrones dicen que los indígenas son vagos, haraganes, borrachos, salvajes, toda esa expresión negativa que nos dan como para que la sociedad vea que el indígena es un problema.”
El Líder de la comunidad La Primavera de la provincia de Formosa, nos comenta satisfecho, que han cambiado la historia en la zona norte del país, una comunidad avasallada en sus derechos, discriminada, que a pesar de todo sigue esperanzada y luchando para que el Estado cumpla su rol como garante de la existencia de los pueblos indígenas.
Para cerrar la entrevista lo invitamos a reflexionar sobre las palabras “tierra”, “identidad” y “derechos”, a lo que él respondió que para alcanzarlas son necesarias otras tres palabras: “respeto”, “participación” y “consulta”, que son la base del diálogo, “ningún gobierno puede resolver esto imponiendo sus ideas.”
Conmemorar hoy el Día de los Pueblos Originarios nos abre la mente y el corazón a la realidad de injusticia que viven nuestros hermanos, miembros de este cuerpo argentino que sangra sus dolores por diversas heridas y lanza gritos ensordecedores que no podemos dejar de escuchar.
“A pesar de todo esto que nos está dejando mucho dolor en este camino tan triste, seguimos teniendo la esperanza de que esto se tiene que resolver a través del diálogo, pero un diálogo con respeto y con responsabilidad de las autoridades que tienen competencia en el tema.”
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