En el Día de acción por la Salud de las mujeres que se conmemora el 28 de Mayo: les acercamos
un de talle de los es tudios que nos tenemos que hacer todas las mujeres a lo largo de nues tra vida.

Papanicolau
¿Qué es? ¿Qué diagnostica?
El Pap es un examen que se les practica a las mujeres, cuyo fin es detectar en forma temprana alteraciones del cuello del útero, que posteriormente pueden llegar a convertirse en cáncer.

¿Cómo se hace?

Se debe obtener una muestra de flujo. Para ello se utiliza un aparato médico llamado espéculo –con forma cilíndrica–, que se introduce dentro de la vagina. Una vez colocado, con una espátula se toma una muestra de células superficiales del cuello del útero, que luego se extiende en una
lámina de vidrio y se manda al laboratorio para ser analizada.

¿Cómo se interpretan los resultados del estudio?

Como el Pap es una técnica de tinción, no es el ginecólogo sino un citólogo el que lee esas células y las clasifica. Hay células normales, con alteraciones, benignas o malignas. El resultado del estudio viene acompañado por un informe que indica el estado hormonal del día del ciclo que se realizó y la clasificación de las células.

Resultados del Pap
1 y 2: indican que el estado es normal; 3: indica un estado medio; 4: indica una patología, por lo que los últimos dos casos deben seguir siendo analizados.
Hay otra forma de clasificar a las células, que es poniendo las características de cada una sin clasificarlas.


¿El paciente puede leer los estudios?
Sí, puede leerlos pero es aconsejable que no lo haga porque no los va a entender y se puede preocupar antes de tiempo.

¿Qué día del mes es el más indicado para hacérselo? ¿Se puede realizar si se está menstruando?
No, si se está menstruando no se lo puede practicar, no es lo más indicado. El mejor día para realizarlo es en la mitad del ciclo, ni dos días antes
ni dos después de la menstruación, porque en este caso el cuello del útero no estaría lo suficientemente limpio y preparado.

¿Es un procedimiento doloroso? ¿Puede producir sangrado?
No duele para nada ni es riesgoso, mucho menos se produce sangrado ya que no se utilizan pinzas ni se pincha, solo se usa una espátula. Lo único que
puede llegar a molestar es la colocación del espéculo, pero si se sabe poner no tiene por qué doler. Por eso es aconsejable que el estudio sea realizado por un ginecólogo y que no se haga ambulatorio.

¿Cómo debe prepararse la paciente para realizarse el estudio?
No debe haber tenido relaciones sexuales 48 horas antes ni haberse realizado lavados internos –como duchas vaginales o la utilización del bidet–
pero, principalmente, tiene que estar lo más relajada posible. Se supone que el médico la revisará antes de colocar el espéculo para descartar cualquier tipo de dificultades al momento de introducirlo en la vagina.

¿Quiénes deben realizarse el examen y cada cuánto hay que hacerlo?
A partir de que inician las relaciones sexuales se lo tienen que comenzar a realizar con frecuencia, uno por año está bien. Si se detectan situaciones de sangrado, inflamación o molestias, quizás antes.
En los adultos post menopausia, es recomendable practicárselo cada seis meses y de por vida, porque ingresan en una edad más riesgosa.

¿Si aún no se han tenido relaciones sexuales se puede realizar?

Si no se presentan alteraciones no es necesario porque la colocación del espéculo rompería el himen.
Pero si la paciente tiene mas de 35 años, es virgen y tiene alguna pérdida o un flujo importante, no deje de consultar con su médico porque se puede retirar la muestra con un hisopo y podría así mantener su integridad.

Colposcopia
Una vez que el especialista hizo la toma del Pap, se suele hacer la colposcopia. No es obligatorio que se hagan ambos estudios juntos pero sí aconsejable porque los diagnósticos se superponen y requieren de los mismos requisitos para su realización. Además, se aconseja hacer la colposcopia una vez al año, al igual que el Pap.

¿De qué se trata y cómo se hace?
Es la observación por parte del médico de los órganos genitales, la vagina y el cuello del útero.
Requiere del mismo procedimiento que el Pap, por eso se recomienda hacerlos juntos. Se coloca un espéculo primero, se coloca un líquido por el cuello con un algodón y luego se mira –con un microscopio llamado colposcopio– el epitelio del cuello del útero. Luego de esta prueba, se pasa
otro líquido al cuello del útero que es lo que se denomina prueba de Schiller o de Lugol. Esto sirve para que –si el ginecólogo no pesquisa lesión en el cuello– se puedan detectar las imágenes blancas.

¿Cómo se detectan y qué indican esas imágenes blancas?
Si hay zonas del útero que no pueden tomar el líquido de Lugol, significa que habrá imágenes blancas, algo muy importante de controlar porque
estas imágenes están frecuentemente asociadas a la lesión HPV (Virus del Papiloma Humano)

¿Qué diagnostica?
Mediante el estudio se puede ver si se tiene una estructura normal, si presenta alteraciones, inflamación, si existen pólipos o las famosas llaguitas, entre otras cosas. Pero, sobre todo, pesquisa el cáncer de cuello de útero, la aparición de HPV, las lesiones pre cáncer de cuellos o las lesiones intra
epiteliales.

¿Es un proceso doloroso?

No duele para nada, porque con un algodoncito se pasa un líquido –que tampoco arde–, se observa la vagina, se retira el espéculo y listo.

¿Quién analiza los resultados y cuánto demoran?
La colposcopia la informa el ginecólogo en el momento. Los casos más comunes que se detectan en consultorio son la cervicopatía, lesiones en el cuello y la ectopia, que la pueden padecer muchas chicas jóvenes que aún no han tenido embarazos ni partos.
En el cuello del útero se produce algo que en el resto del organismo no se suele presentar, y es que el epitelio de afuera cubre el epitelio de adentro, lo modifica y lo hace apto, ese proceso se llama metaplasia y también es normal verlo

Fuente: http://www.revistabuenasalud.com

Categorías: capacitándonos

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