Sábado 2 de mayo, 6:40 AM
Mañana fría y oscura y yo con miedo. Lo que nunca, me unté un poco de agua bendita, hasta me persigné y salí rezando la oración de madre Antonia. Empecé 3 veces y se me olvidaba, sigo
para intentar la oración. Justo iba a cruzar porque me tocaba pasar. Vino un auto, me arrastro y quedé tirada. Se dio a la fuga y me dejó como un perro.
Vino un chico, de los que barren en la calle, me dijo ¿Morocha estás bien? Yo le dije sí, sí. Él me dijo: pensé que estabas muerta. Yo le pregunte ¿por qué? si no pasa nada, solo me duele la rodilla. Él
me dijo: ese auto te pasó por arriba morocha, naciste hoy. ¡Esto es un milagro! ¿Quieres que te lleve al hospital? Yo le dije: No, estoy bien, tengo que ir a mi trabajo. Con mucho nervio me paré
con la ayuda del chico y me fui a agarrar mi carterita. Llegué a mi trabajo. Me unté un gel y así mejoró el dolor.
Solo es un milagro de mi Dios y de Madre Antonia y de ese lugar Puerta Abierta que me enseñó a rezar esta oración. Estoy muy agradecida por este milagro que hizo Dios conmigo. Mil gracias.
Wendy
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