23 de septiembre. Día internacional de la lucha contra la trata de personas
Por Hna. Ma. Laura Roger, Compañía del Divino Maestro
Hola a quienes tienen en sus manos la revista “Puerta Abierta”. Soy María Laura Roger, religiosa perteneciente a la RED KAWSAY. Nuestra organización busca ayudar a que todas las personas, al decir de Jesús en el Evangelio, tengan Vida y Vida abundante, o, dicho de otro modo, a que todos y todas puedan tener una “Buena Vida”, una Vida plena y feliz.
Hermosos deseos, pero… ¿cómo se logra esto? Poco a poco, con convicción y sin dejarse desanimar.
Es por esto que nos hemos reunido en Bogotá, Colombia, del 18 al 20 de agosto pasado para fortalecernos en nuestro trabajo y buscar algunas acciones que lo hagan más eficiente. Participamos unas cien personas, religiosas, religiosos y laicos del Caribe, América Latina y EEUU, de seis redes regionales del Continente.
Así como para buscar la salud y combatir el cáncer que produce el cigarrillo, la sociedad crea los espacios “libres de humo”, así también para lograr una sociedad donde se respete la dignidad de cada uno y de todos los seres humanos es necesario que todo nuestro Continente esté libre de trata de personas, en sus distintas versiones: trata laboral, trata sexual… Ese es nuestro objetivo más grande y al que le dedicamos nuestros desvelos.
En esta ocasión nos propusimos avanzar a través del método VER–JUZGAR–ACTUAR. Y entonces VIMOS la realidad de la Trata en su relación con la migración y la infancia. Cuando las personas tienen, por cualquier motivo, que abandonar su tierra y su hogar, están en una situación de vulnerabilidad que es aprovechada por las mafias de tratantes. Así mismo, el mal llamado “turismo sexual” ofrece niños y niñas como parte de la entretención para las vacaciones. Aquí también se aprovecha de la fragilidad y la dificultad para defenderse de quienes son pequeños e inocentes.
El segundo momento fue el del JUZGAR. ¿Qué quiere decir esto de JUZGAR? Nuestra mirada no se limita a ver los hechos “como si nada”. Los hechos deben ser juzgados desde los valores humanos y desde la mirada del Buen Dios que quiere que todos sus hijos sean felices y vivan como hermanos, y que se indigna cuando las personas son atropelladas. La humanidad ha progresado y tenemos como un tesoro los Derechos Humanos, a cuya defensa se deben dedicar los países y la comunidad internacional. Desde la FE sabemos que toda persona, sea quien sea y haya tenido la historia que haya tenido, tiene una dignidad única, que debe ser respetada y defendida. Esto quiere decir que la persona humana está por encima de todo, vale más que las políticas de Estado o que los negocios de los empresarios. En estos tiempos es difícil decir esto porque pareciera que lo que vale más que nada es el “mercado”. Convertido en un “ídolo” se pretende que lo veneremos como si fuera un dios. Y entonces las personas, que tienen que estar primero, pasan a estar al final, solamente son valiosas en cuanto pueden ser compradas y vendidas. NOSOTRAS SABEMOS QUE LAS PERSONAS NO SE VENDEN porque no son cosas. Si miramos el Evangelio se nota muy bien que Jesús pone primero a la persona y todo lo demás está en función de hacer bien y ayudar a que se realice y tenga un proyecto de vida sano y bueno.
Fortalecidos en estas convicciones, pasamos al tercer momento: el OBRAR. Nos reunimos por regiones para ver qué acciones eran las más oportunas luego de VER la realidad y JUZGARLA a la luz del Evangelio. La región del CONO SUR se propuso seguir concientizando a la Vida Consagrada y a la Iglesia del flagelo de la trata de personas, aprovechar los medios de comunicación, involucrar a más personas en esta misión, socializar nuestras capacitaciones y reflexiones, y poner la mirada en las zonas de frontera donde se dan estos movimientos de personas que pueden estar escondiendo situaciones de trata.
Todo este trabajo se realizó en medio de celebraciones y momentos de oración. Sabemos que nuestra propuesta es difícil de llevar a cabo. Tenemos Alguien que nos acompaña y nos está animando constantemente. El Buen Dios está de nuestro lado, nada nos puede faltar.
Les dejo ahora. Abrazo a todas las personas que lean estas líneas. Tenemos una Buena Noticia y es necesario que se expanda por toda la Tierra. Nuestro Dios quiere el Bien para todas las personas, también para vos.
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