Fuente: Urbanas en red (14 jul. 2009)

Se desarrollarán en noviembre en Buenos Aires, y entre sus ejes temáticos se tratarán problemas vinculados a la prostitución, la violencia de género, el feminismo abolicionista, las mafias, los proxenetas, clientes y turismo sexual.

Entre el 27 y 28 de noviembre de este año, se llevarán a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, las “Primeras Jornadas Nacionales Abolicionistas sobre prostitución y trata de mujeres y niñas/os”, convocadas por diversos colectivos identificados con el movimiento de mujeres y los derechos humanos.

Ellos son La Caldera-Colectiva feminista, Mujeres de las Orillas, Feministas en Acción, Seminario de DDHH con perspectiva de género, AMMAR Capital, la Asociación de Mujeres Argentinas por los DDHH, el Taller permanente de la Mujer-Librería de Mujeres, ATEM “25 de noviembre”, Mujeres Libres, Mujeres del periódico “El Espejo” y Feministas independientes.

Entre los ejes temáticos de las Jornadas se destacan tópicos tales como “El feminismo abolicionista”, “Patriarcado, capitalismo y prostitución”, “Mafias, proxenetas y clientes”, “Prostitución, trata y guerras” y “Turismo sexual”.
También se expondrá y debatirá sobre la atención a las víctimas de trata y prostitución, los marcos jurídicos y sociales, las políticas públicas y la responsabilidad del Estado y otras instituciones.

Quienes deseen presentar ponencias para este evento, deberán hacerlo antes del próximo 30 de setiembre a jornadasabolicionistas2009@yahoo.com.ar con copia aatem@cpacf.org.ar, o dangelomarcela@fibertel.com.ar. También funcionará como lugar alternativo de información y recepción de trabajos la “Librería de Mujeres” (Pje. Rivarola 175, altura Perón 1300, Buenos Aires), Tel. 153-0135 607 de 10 a 20 hs.
Una lucha difícil
El aumento de la violencia contra las mujeres y concomitantemente de la prostitución y la trata han alcanzado niveles de cuya magnitud aún no tenemos cabal conciencia. La escasez de datos estadísticos elaborados por los organismos oficiales a nivel local nacional e internacional, sobre la cantidad de mujeres prostituidas y víctimas de la violencia de estas redes, sobre la composición de estas mismas y sus complicidades y la renta que la explotación de la prostitución ajena proporciona, hacen que resulte muy difícil la lucha contra la misma.
A todo esto se suman las tendencias actuales que pretenden considerar a la prostitución “trabajo” o diferenciar entre “libre” y “forzada”, y las legislaciones que se han ido apartando del sistema abolicionista, único que posibilita un marco jurídico y teórico, para encarar que la protección de las víctimas y la persecución de los delincuentes.
“Por esto, nos parece imprescindible analizar las situaciones nacionales e internacionales, políticas, sociales y económicas así como las complicidades patriarcales que posibilitan el desarrollo de la explotación de las mujeres y niñas”, indican las organizadoras.
“Nos interesa profundizar sobre el marco teórico y político del abolicionismo para desarrollar una política feminista que proporcione herramientas para seguir avanzando en este camino que nos hemos propuesto y que sea integrador de todos los aspectos de esta perspectiva”, agregan.
Las más vulnerables
El lugar social de las mujeres como principales y en muchos casos únicas responsables de la reproducción de la especie y el sostenimiento de la vida, y las prácticas que instauran la desigualdad entre varones y mujeres, que significan para éstas mayor pobreza, menores recursos, descalificación, consideración como objetos sexuales, las hacen más vulnerables frente a las crisis, la pobreza y la desocupación.
El abolicionismo pretende un mundo sin prostitución. Pero ello no puede ser el resultado de la represión, sino de sociedades y Estados capaces de generar puestos de trabajo y condiciones de vida dignas, vivienda, salud y educación particularmente para las mujeres en situación de vulnerabilidad social.
“Hoy ser abolicionista es luchar contra la represión de las mujeres y demás personas en situación de prostitución y contra toda forma de promoción o facilitación de la prostitución, de trata y de explotación de la prostitución ajena, ya sea por parte de los estados, de ‘fiolos’, proxenetas, organizaciones mafiosas, medios de prensa u otras formas de publicidad”, indica la convocatoria a estas Jornadas, agregando que “para el abolicionismo la prostitución en sí misma no es un delito; sí lo es explotar la prostitución de otras personas”.
Si bien la trata de mujeres no es nueva y tiene tantos siglos como el patriarcado, siempre ha sido utilizada principalmente un medio para proveer de mujeres al “mercado” de la prostitución, que se constituye sobre la base de la demanda de los “clientes” y la organización de las mafias.
“Entendemos que el abolicionismo es el sistema que puede aportar en la elaboración de políticas de erradicación de la explotación sexual, ya que la defensa de los derechos de las humanas es intrínseco a sus postulados”, finaliza la convocatoria de las organizadoras.

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