ENTREVISTA A LAS HERMANAS OBLATAS:
Las Hermanas MIRTA SANCHEZ Y DIONISIA GONZALEZ estuvieron en nuestra Escuela brindando una charla en el marcos de la campaña “Se trata de abrir los ojos” para concientizar acerca del flagelo de la trata de personas.
La misma estuvo dirigida a docentes y alumnos de EGB 3 y Polimodal. En esta cálida entrevista nos dejan sus conocimientos, sentimientos experiencias.


¿Con qué fin están visitando Río Gallegos?
Dionisia – Hace tres años en la Conferencia Episcopal Argentina, se reunión los Obispos en Pilar, en Buenos Aires, y el padre Sante de la Pastoral de los Migrantes nos invitó a presentar la Misión que hacemos las Oblatas y las Hermanas Adoratrices en Buenos Aires. Presentamos todo el trabajo que hacemos y hablamos del flagelo de la prostitución y de la trata. Algunos Obispos quedaron muy impresionados y nos invitaron a sus diócesis para trabajar en esta temática. Nosotras fuimos invitadas por el Obispo Juan Carlos Romaní en el año 2010. A partir de aquí la misión se convierte en una “misión compartida” porque al principio venían sólo las Hnas. Adoratrices. Este año ellas no pudieron venir y vinimos solamente las Hnas. Oblatas.
¿Cómo ven a Río Gallegos en comparación con otras ciudades que han visitado,
respecto de la problemática de la trata de personas y de la prostitución?
Mirta – Hay un común denominador que nos afecta como país: la pobreza, la
naturalización de la trata y la prostitución, la demanda que hay de esto, la desigualdad,
la discriminación y la violencia que creo que son causas de este flagelo, que existen y conviven a nivel mundial. Tengo mucha esperanzas porque esta es una sociedad que quiere sensibilizarse. Es la primera vez que llego a estas tierras patagónicas. Hemos encontrado una tierra fértil, una gran calidez humana en la gente. Se percibe que se quiere crecer en un compromiso solidario y liberador, con una mirada profética de anuncio y denuncia.
Yo noto una gran apertura, deseos de provocar un cambio en esta sociedad de Río Gallegos. Esto no sólo depende de los jóvenes, sino de nosotros los  adultos.
Dionisia –Yo creo que es una realidad muy fuerte queestán muy naturalizados
estos temas por las casitas que forman parte del paisaje de Río Gallegos. Una entra en Internet y aparecen las casitas. Yo siento que hay muchas ganas de hacer algocon estos flagelos: con la prostitución y la trata. Y vemos que hay pocos organismos abocados a esto, a diferencia de otros lugares donde hay ONG o Congregaciones, pero siento que es un lugar potencial muy bueno para trabajarlo y desplegar un gran compromiso cristiano con esta realidad.
¿Pueden compartir una experiencia que hayan vivido llevando a cabo su trabajo?
Mirta –Tengo grabado en el corazón  la experiencia de una mujer en situación de trata.
Un señor muy importante de Bs. As la tenía encerrada en su casa. Ella fue con él porque
el prometió una vivienda para su familia. Un día él se descuida, ella le saca la llave y se puede escapa. Él la siguió con un fierro, la alcanzó y le pegó muy fuerte. Los vecinos que escucharon los gritos llamaron al 911. El equipo de Puerta Abierta,  la fue conteniendo y acompañando en este tiempo.
Un ejemplo de mujer con una vida fuerte y dura.  Una mujer muy valiente. Físicamente todavía tiene consecuencias  a raíz de los golpes que recibió. Se ha superado muchísimo. Se gana la vida vendiendo cositas que va aprendiendo y así va rearmando su propio proyecto de vida.
Esta ha sido una experiencia fuerte que me habla del amor, la paciencia y la ternura de Dios. Ellas son importante en nuestras vidas!
Dionisia – Recuerdo especialmente a una mujer en situación de prostitución que
nos dijo que ella veía a Jesús en la barra del lugar donde trabajaba, y que se sentaba siempre junto a él para desahogarse. Cuando la conocimos nos dijo “Yo sabía que iban a venir ¿Porqué tardaron tanto hermanas en llegar? Las estaba esperando”.
¿Qué mensaje quieren dejar
para la comunidad de Río Gallegos?
Mirta – Algo fundamental es pedir que no naturalicemos la prostitución y la explotación de las personas. Es importante concientizarnos, no podemos vivir explotando a otros y a otras. Creo que ningún ser humano puede satisfacer sus necesidades con la esclavitud y el dolor de otras personas. Tenemos que pedir a quienes tienen en sus manos las herramientas o el poder, políticos y funcionarios, que eliminen la coima, la corrupción. La base de todo es respetar los derechos de  las personas. Recordar que la esclavitud fue abolida hace muchos años. Tenemos que poder construir otra sociedad para los jóvenes. Yo los miro y siento que les debo algo. Creo que esta tierra que piso
es tierra sagrada y acá hay mucho por hacer.
Dionisia – Agregar a lo dicho por Mirta que debemos cambiar la mirada, que tenemos que estar atentos a nuestra realidad, no hacer invisible este flagelo y hacer un llamado a las familias en cuanto a la contención y atención a los hijos, protegerlos, especialmente hoy de internet, hoy somos todos vulnerables. Tenemos que enseñar a los jóvenes a cuidarse y a cuidar, y debemos hablar con ellos sobre estos temas.
Maximiliano Cárcamo
Laura Fuentes

Categorías: de todo un poco

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