25 de noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

 

Por Marianela Ríos

 

Una fecha para reflexionar sobre la lucha de todos los días

Cada 25 de noviembre convoca a un nuevo encuentro. Reflexión, unión y fortaleza son los ejes de una jornada que invita a visibilizar una problemática histórica y cultural: la violencia que se padece por el simple hecho de ser mujer.

Haciendo un poco de historia, la fecha fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en homenaje a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes fueron asesinadas tras rebelarse contra el régimen dictatorial de Rafael Trujillo en República Dominicana. La lucha de las hermanas es el símbolo de la pelea que día a día dan las mujeres para que sus derechos sean reconocidos.

Desde el año 2010, una de las claves de su conmemoración en nuestro país es la difusión de la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (N°26.485). Esto se debe a la necesidad de que cada vez, más mujeres sean conscientes y denuncien la violencia a la que pueden ser sometidas en los diferentes ámbitos de su vida.

Según esta norma, cuando hablamos de violencia contra las mujeres nos referimos a cualquier conducta que afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica y su seguridad personal. Esto se puede dar de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, y lo más importante es que siempre da cuenta de una relación desigual de poder.

Señales de advertencia: cómo reconocer los tipos de violencia

La definición expuesta en el artículo 4 de la Ley, da el puntapié para entender que no existe una única violencia, sino que hay diferentes tipos. Todos ellos son la cara visible de la sociedad patriarcal. Acá, les dejo algunas recomendaciones para reconocer fácilmente las situaciones en las que somos o podemos ser las principales víctimas.

Física: te empuja; te pega; te arroja objetos; te grita.

Psicológica: te cela; te controla; te revisa el celular o redes sociales; te insulta; te hace sentir torpe o inferior; te ridiculiza; amenaza con hacerte daño a vos o a tu familia; te dice que te vistas con otra ropa; te hace sentir culpable; te humilla frente otros; te descalifica; te aisla de tus amistadas o familiares.

Sexual: se niega a usar preservativo; te obliga a tener sexo o a hacer cosas que no querés; te viola.

Económica: te priva de dinero a vos y a tus hijos; se queda con tu plata; te impide salir a trabajar; te oculta dinero o bienes.

Simbólica: te muestran solo en el rol de ama de casa; como una mujer objeto de deseo; dependiente de un varón; o como una mujer excesivamente emocional, entre otros estereotipos que reproducen la dominación.

Romper la cadena es el desafío

Es importante tener en cuenta que la violencia de género se presenta siempre como un círculo que tiene un principio, pero parece no tener fin. Primero se genera una tensión (una pelea o discusión), luego se hace efectiva la violencia en sus diferentes tipos (te agrede) y después de eso se da la reconciliación o “luna de miel” en la que el hombre pide perdón y jura que no volver a hacerlo. Sin embargo, al poco tiempo vuelve la tensión y los episodios de agresión. Para salir de ese círculo es necesario no solo estar informada para entender que se está siendo víctima de esa violencia, sino también el apoyo de allegados, organizaciones especializadas e instituciones estatales. Siempre hay una salida para una mejor calidad de vida.

Las cifras de la violencia

Cuando tratamos de crear políticas públicas destinadas a eliminar una problemática como la de este tipo, los números son importantes. En febrero de este año, el Observatorio Nacional de Violencia contra las Mujeres dio a conocer algunas cifras que ponen de manifiesto la cantidad de mujeres que piden ayuda a través de la Línea 144.

Durante el 2017, se registraron un total de 48.749 casos. Las llamadas proceden en su gran mayoría de Buenos Aires (63,3%), seguidas por Capital Federal (6,6%) Mendoza (5,5%); Santa Fe (5,3%), y en menor cantidad de otros puntos del país.

En cuanto a las personas que se contactan con la Línea, más de la mitad son las mismas mujeres víctimas (55,8%), aunque un 35,5% de los llamados son realizados por algún familiar y un 8,7% por otra persona.

Respecto a los tipos de violencia, la psicológica es la que se presenta en mayor proporción (92,7%), seguida de la física (79%) y la simbólica (40,6%). 

Por último, el 58,5% de los casos se declara que el agresor es la pareja o novio, mientras que en el 40,7% es la ex pareja.

Estas cifras dan cuenta de la gran cantidad de mujeres que son víctimas de la violencia machista en nuestro país. Por eso es importante destacar que la Línea 144 constituye un recurso importante y accesible al cual se puede acudir en buscar asesoramiento, contención e información, porque tener una vida libre de violencia es un derecho humano. 

Categorías: capacitándonos

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