Por Daniela Piccinini

En mayo de 1987 se realizó la Conferencia Internacional de la Salud de las Mujeres en Costa Rica, en la cual integrantes de la “Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos” propusieron que el 28 de mayo sea el día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer. Desde entonces, se conmemora esa fecha con el fin de reafirmar el derecho a la salud integral como un derecho humano fundamental de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, a través de todo su ciclo de vida. 

Al hablar de salud integral se habla no sólo de la ausencia de enfermedades o afecciones, sino que se entiende a la salud como un estado de bienestar físico, psíquico y social. Lo cual depende del lugar que las personas ocupan en la sociedad, de su capacidad de acceder a recursos materiales y simbólicos para vivir una vida digna, libre de violencias y con igualdad de oportunidades. Una vida en la que puedan ejercer su sexualidad y la reproducción de manera libre, autónoma e informada. 

En nuestro país tenemos distintas leyes que buscan garantizar el derecho a la salud integral de las mujeres:

  • Ley 25.273(2002) de Salud Sexual y Procreación Responsable que promueve el acceso gratuito a métodos anticonceptivos, y garantiza el acceso a información, orientación, y a prestaciones en salud sexual, entre otras.
  • Ley 25.929 (2004) de Parto Respetado que defiende los derechos de las madres y bebes al momento del trabajo de parto y post parto.
  • Ley 26.871 (2004) de Migraciones que establece que no se puede negar o restringir el acceso a la salud, asistencia social o atención sanitaria a todos los extranjeros que lo requieran, cualquiera sea su situación migratoria.
  • Ley 26.061 (2005) de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que considera a los niños y adolescentes como sujetos de derecho, y establece garantizar el derecho a la salud integral, incluida la salud sexual y reproductiva. El derecho a opinar y elegir. 
  • Ley 26.130 (2006) de Anticoncepción Quirúrgica que garantiza el acceso a la ligadura tubaria y a la vasectomía, necesitando sólo ser mayor de edad (16 años) y prestar consentimiento informado.
  • Ley 26.529 (2009) de Derechos del Paciente, en cuanto a la autonomía de la voluntad, la información y la documentación clínica. Promueve la intimidad, la privacidad y el trato digno y respetuoso.
  • Ley 26.743 (2012) de Identidad de Género que establece el derecho de todas las personas a ser reconocidas, tratadas e inscritas en sus documentos según su identidad de género autopercibida. Y garantiza el acceso gratuito a la salud integral incluyendo aquellas prácticas de modificación corporal voluntaria (hormonización, cirugías parciales o totales).
  • Ley 26.862 (2013) de Acceso Integral a los Procedimientos y Técnicas
  • Médico-asistenciales de Reproducción Médicamente Asistida, que establece que tienen derecho a las prestaciones todas las personas mayores de edad y que el sector público debe incorporarlas como prestaciones obligatorias y a brindar a sus afiliados o beneficiarios, la cobertura integral.
  • Ley 23.798 (1990) de SIDA que establece medidas para la detección, investigación, diagnóstico y tratamiento, también determina la gratuidad del test de VIH.

Estas son sólo algunas de las leyes con las que contamos para garantizar nuestros derechos en salud, y sobre todo en salud sexual y salud reproductiva. No todas estas leyes son implementadas como corresponde, y mucho menos conocidas por todas las personas. En la medida en que esto no se cumpla y que no se obtenga información sobre el marco legal vigente, el acceso a la salud va a seguir siendo desigual y aquellos más perjudicados van a ser los que pertenecen a las clases bajas y sectores más vulnerados. 

Desde que el 28 de mayo fue declarado como el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres se ha avanzado en la construcción de una agenda política basada en los derechos humanos y los postulados feministas que atienden las reivindicaciones, propuestas y desafíos de las mujeres en su lucha histórica por el derecho sobre su salud sexual y reproductiva. Lo conseguido hasta el momento fue gracias a la lucha y organización de las mujeres y disidencias. 

En este 28 de mayo de 2019, treinta y dos años después de aquella Conferencia, recordamos en este día los derechos adquiridos y ganados hasta el momento para no olvidarnos de nuestra lucha y seguir reivindicando nuestro derecho a la salud y a la autonomía sobre nuestros cuerpos.

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