POR LA PROSTITUCION Y LOS BARES DE LA ZONA
Clarín 21 de dic. 2008
Las quejas de los vecinos son legítimas, pero tienen que entender que hay una serie de componentes que complican la convivencia en el barrio. Por un lado, lo transitan miles de personas diariamente; está abandonado por el Gobierno porteño a nivel infraestructura y recolección de residuos; y conviven en el mismo lugar una gran diversidad de inmigrantes, cada uno con diferentes costumbres”, le explicó a Clarín un alto funcionario de la Policía Federal, relacionado con el área de comunicación. “Y por otro lado, hay muy pocos controles. La Ciudad tiene un plantel de inspectores muy reducido. ¿Cómo hacen para controlar todos los locales y bares que hay por la zona? Hay que aclarar que la policía tiene jurisdicción, pero no injerencia en todos los problemas”, aclaró. Así el funcionario buscó quitarle responsabilidad a la Policía Federal en la seguridad del barrio. En setiembre de 2004 se sancionó en la Ciudad el Código Contravencional que regula algunos de los problemas que se hacen evidentes en Constitución.
Uno de ellos es la prostitución. Vale aclarar que la condición de travesti o de prostituta no está penalizada, ni es motivo de una contravención. El objeto jurídico que protege la ley es el espacio público: se le puede labrar una contravención a quien vende sexo en la calle si, en su accionar, afecta la tranquilidad pública o si lo hace a menos de 200 metros de viviendas, escuelas y templos. En cambio la trata de personas es un delito federal. Desde la Agencia de Control Comunal explicaron que no tienen poder de clausura por ejercicio de la prostitución, en cambio aclararon que es una tarea que le corresponde a la Policía Federal.El funcionario policial que habló con Clarín aclaró que tampoco pueden hacer nada con los borrachos que generan peleas y problemas: “Con la mejor voluntad, algunos oficiales piden ambulancias para trasladarlos pero la mayoría se resisten a subir o terminan armando un escándalo. Por eso el SAME no responde a nuestros llamados”, se ataja.Aunque insuficientes, el Gobierno porteño hizo algunas obras para revitalizar el barrio. Colocó contenedores para residuos -en algunos lugares se ven hasta cinco por cuadras y muchos vecinos los utilizan-. Y en los últimos años reordenó las paradas de colectivos ubicadas en los alrededores de la plaza, instaló un nuevo mobiliario urbano y reconstruyó las plazoletas ubicadas debajo de la autopistas.
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