Es alta la cifra de chicas entregadas por un familiar o un conocido
Fuente: La Nación
A los 14 años su mamá la empezó a pasear por las calles para prostituirla. A los 18, la vendió a una red de trata. Después de un año interminable de abusos físicos y psicológicos — y al borde de la muerte- – se escapó gracias a la ayuda de un camionero.
Hoy, Daniela Chávez tiene 37 años, dos hijos y lucha para visibilizar este costado poco conocido de la trata de mujeres del que nadie quiere hablar porque duele, molesta, estremece. El porcentaje es, por ahora, incierto; algunas fuentes hablan informalmente de un 20% del total de casos de trata. Lo cierto es que hay un significativo número de mujeres que son entregadas o explotadas por sus padres, familiares o conocidos.
Existen varios factores que favorecen este tipo de situaciones: una disfuncionalidad familiar, problemas con el consumo de drogas y una vulnerabilidad extrema.
“Conozco varios casos como el mío que no salen a la luz porque nadie puede entender que un papá o una mamá hagan eso con sus hijos. No es normal pero pasa. Mi mamá incluso se había quedado con mi hijo para chantajearme”, agrega Daniela, que trabajaba de 7 a 12 en una ruta en Villa Mercedes y después era llevada a una whiskería.
“Nos vigilaban siempre. Te derrumban tanto psicológicamente que todo te parece normal. A mí como mujer me costó desenvolverme hasta para salir a la calle. La policía estaba metida porque le pagábamos para protección. Entonces no teníamos escapatoria”, dice resignada.
Si bien todos los especialistas señalan a las ofertas falsas de trabajo, los engaños a través de las redes sociales y la adicción a las drogas como principales formas de captación, también reconocen que el núcleo cercano es muchas veces el que decide entregar a estas chicas.
“Todavía quedan muchos mitos por desterrar. Cuando la gente escucha hablar de trata siempre lo asocia con secuestros. Y son muchas más las veces que los familiares entregan a sus hijas. También pasa que las propias madres, tías o hermanas las explotan. Porque son las que las cuidan y ésta es una manera de devolver el favor. También porque las madres son adictas y quieren seguir consumiendo. Y el problema con este perfil de chicas es que cuando hacemos el rescate no tienen a dónde volver”, sostiene Yanina Basílico, coordinadora del Comité Ejecutivo para la Lucha Contra la Trata de Personas de la Nación.
Faltan estadísticas confiables
Desde este organismo -y el recientemente creado Consejo Federal para la Lucha Contra la Trata y Explotación de Personas- están pidiendo información a todos los ministerios para poder armar estadísticas confiables. “Oficialmente no existe el dato de cuántas chicas son entregadas pero sabemos que existen casos y que es una problemática a abordar”, afirma Basílico.
Lo único que se sabe, desde el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Justicia, es que entre abril de 2008 y mayo de 2016 inclusive, se rescataron o asistieron a un total de 10.159 víctimas. El 48% corresponde a explotación sexual.
“De los casos generales, te diría que en cerca del 20% un familiar directo [primo, hermano, mamá o papá] ha participado. De las chicas que nosotros ayudamos, casi el 50% viene de esta situación porque nosotros nos ocupamos de las chicas que no tienen a donde volver ni una familia que las están buscando”, afirma Alicia Peressutti, presidenta de la organización Vínculos en Red.
Los contextos en los que esto sucede siempre son de alta vulnerabilidad. “Generalmente esta madre también ha sido explotada, está pasando hambre o necesidades profundas. En esos casos algo pasó que esa construcción del vínculo filial no se dio, no como nosotros lo concebimos”, agrega Peressutti.
Las modalidades de entrega son variadas. En muchos casos hay complicidad por participación o entrega, o por omisión, esto quiere decir que no se denuncia la desaparición de la chica y no se la busca. Por la entrega, el familiar percibe una suma de dinero por única vez y en algunos casos va cobrando montos más pequeños a lo largo del tiempo.
Viviana Caminos, presidenta de la Red Alto al Tráfico y a la Trata (RATT), sostiene que prácticamente ya no existen secuestros con fines de trata. “Me acuerdo de un padre que entregó a su hija. Ella terminó en la calle y ahí se encontró con un hombre que se ofreció a ayudarla pero finalmente la explotó. Esto sucede en familias en las que la madre ya estaba en la prostitución o en el Norte cuando no tienen para comer”.
Para Zaida Gatti, titular del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, en la gran mayoría de los hechos que relevaron estuvieron involucradas personas cercanas.
“Cuando hablamos de las captaciones que se hacen en una provincia, las captadoras son las que conocen la realidad de todo el barrio. Y son las que primero se hacen amigas y les ofrecen un futuro diferente. También tuvimos algunas pocas ventas de menores por parte de sus padres a cambio de comida. Y recuerdo el caso de una mamá que entregó a su hija de 16 años y se trajo de la provincia a sus otras dos hijas de 9 y 11 con los mismos fines de explotación. Por suerte dimos con ellas a tiempo”, explica.
La mamá de Daniela se crió en la calle y siempre se había movido en ese ambiente de prostitución y drogas. “Al principio me llevaba y se quedaba conmigo para cobrar toda la plata ella. Me decía que eso era un trabajo y te empieza a parecer normal. Nunca se preocupó por mí y mis cuatro hermanos. Vos tenías que traer plata y no le importaba cómo.”
Su infancia estuvo llena de abusos, maltratos y lleva esas marcas tatuadas en su cuerpo, pero también en su personalidad.
“Me cuesta mucho abrazar a mis hijos porque no les quiero hacer lo mismo que me hacía mi papá que supuestamente me daba cariño y me manoseaba toda. A nivel pareja también es difícil, pero mi compañero me ayudó muchísimo”, dice Daniela, que actualmente es miembro del Comité Nacional de Trata.
“Este espacio nos dio la posibilidad a las víctimas de sentir que valemos la pena porque yo creía que nunca iba a poder realizarme como mujer, en el trabajo o como madre. Lo que nos pasa a las víctimas es que no nos dan un espacio, un lugar laboral, queremos trabajar de otra cosa pero tenemos que aprender nos excluyen de todo. La gente te condena. Hay chicas que no tienen el apoyo para salir”, concluye.
Mercedes Assorati, fundadora de Esclavitud Cero y fellow de Ashoka, sostiene que si bien ha intervenido en muchas causas en las que los padres que entregan a sus hijas, el porcentaje no es tan alto. “En nuestra experiencia, la modalidad que más ha aumentado en los últimos 10 años es la captación mediante drogas. Esto es: captando chicas jóvenes, volviéndolas adictas para luego explotarlas”, explica Assorati.
Para esta especialista, en los casos de entrega, las hijas pasan a ser un objeto. Y no tienen otra opción que hacer lo que el padre les dice, porque no pueden procesar lo que está pasando. “Un caso muy doloroso fue el de las dos chicas que fueron condenadas por torturas en Puente de Fuego, en Córdoba. Una de ellas había sido entregada a los 9 años por su madre a un prostíbulo. Yo la fui a visitar y ella seguía preocupada por recibir la aceptación materna. Yo no se por qué mi mamá no me quiere si yo siempre le mandaba toda la plata’, me decía. Es un vínculo patológico”, agrega.
El perfil social es siempre el mismo: son chicas de familias de bajos recursos, donde la violencia es moneda corriente y en donde no hay conciencia de una valoración personal por parte de ninguno de los integrantes. “Por eso estas chicas pasan a tener con el tratante un vínculo similar al de un padre o una madre porque es lo más parecido que han tenido a alguien que las quiera. Eso hace que les cueste tanto salir”, agrega Asoratti.
En función a su experiencia, señala que una situación que fomenta este tipo de entregas, es cuando las chicas pierden a sus dos padres biológicos y se quedan al cuidado de tíos, padrinos o padrastros que las terminan entregando para quedarse con sus bienes y propiedades.
Prevención, concientización, canales efectivos de denuncias, refugios para las chicas rescatadas y políticas de reinserción. Esto es lo que los especialistas sostienen que hace falta para poder atacar este problema.
“Para que exista la trata, existe la connivencia de todos. Hay alguien que pide y consume eso y a él tenemos que llegar para sensibilizarlo, dando a conocer lo que verdaderamente sufre una víctima de trata. También hay que trabajar muchísimo con las escuelas porque los chicos son el futuro y que entiendan que lo que antes estaba socialmente aceptado ahora no. Como la iniciación sexual de los chicos en un prostíbulo”, dice Basílico.
El panorama nacional
172 son las denuncias que se hicieron en lo que va de 2016
Un organismo federal
El Consejo Federal para la Lucha Contra la Trata y Explotación de Personas nació en junio pasado. Está integrado por funcionarios del gobierno nacional y representantes del Ministerio Público Fiscal, la Corte Suprema de Justicia y organismos de todas las provincias del país
Qué es la trata
La ley 26.842 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas define la trata como el ofrecimiento, la captación, el traslado, la
recepción o acogida de personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países.
A los fines de esta ley se entiende por explotación la configuración de cualquiera de los siguientes supuestos, sin perjuicio de que constituyan delitos autónomos respecto del delito de trata de personas:
a) Cuando se redujere o mantuviere a una persona en condición de esclavitud o servidumbre, bajo cualquier modalidad;
b) Cuando se obligare a una persona a realizar trabajos o servicios forzados;
c) Cuando se promoviere, facilitare o comercializare la prostitución ajena o cualquier otra forma de oferta de servicios sexuales ajenos;
d) Cuando se promoviere, facilitare o comercializare la pornografía infantil o la realización de cualquier tipo de representación o espectáculo con dicho contenido;
e) Cuando se forzare a una persona al matrimonio o a cualquier tipo de unión de hecho;
f) Cuando se promoviere, facilitare o comercializare la extracción forzosa o ilegítima de órganos, fluidos o tejidos humanos.
El consentimiento dado por la víctima de la trata y explotación de personas no constituirá en ningún caso causal de eximición de responsabilidad penal, civil o administrativa de los autores, partícipes, cooperadores o instigadores.
Cómo denunciar
Llamar a la línea 145 de alcance nacional: confidencial, gratuito y los 365 días del año
Denunciar en la comisaría más cercana: no hace falta esperar 48 horas para poder hacerla. La persona tienen que exigir que se la tomen de inmediato para poder acelerar los tiempos de búsqueda
Averiguar cuál es la fiscalía de turno: acercarse y hacer la denuncia
Petición Change
Desde la RATT están juntando firmas para lograr que se apruebe el proyecto de ley N° 128-S-2015 que ya tiene media sanción en el Senado. Tiene por objetivo institucionalizar el otorgamiento de una pensión graciable por el término de 10 años para las víctimas de trata, en los casos que exista sentencia judicial condenatoria. Más información en www.change.org
Cómo colaborar
RATT
Esclavitud Cero
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