Por Diego Díaz, scj

La finalidad de este artículo es que cada uno y cada una  pueda tomar conciencia de la salud mental individual y colectiva, cada uno y cada una puede ser un promotor de salud en los diferentes espacios donde nos movemos.
Salir de la penumbra…
Salir aunque nos cueste, mirar el sol aunque a veces tengamos que usar anteojos de sol o cubrirnos de la lluvia con el paraguas, y salir a trabajar, hacer los mandados, clases o salir por el hecho de salir, no quedarnos en la penumbra que muchas veces la identificamos con la depresión o con la angustia que nos provoca lo nuevo.
La depresión y la ansiedad son los dos grandes temas de la salud mental de este momento. Es por eso que la OMS1 promueve que tomemos conciencia sobre la prevención y el cuidado de nuestra salud mental.
La depresión surge en un contexto de adaptación como consecuencia de un intento por dar respuesta a una determinada perturbación del medio (familia, trabajo, escuela, grupo de pertenencia). En términos más concretos, diremos que la persona no puede controlar ciertos acontecimientos del medio, percibe que carece de control, lo que origina una respuesta emocional -ansiedad-, que será mayor cuanta más negativa sea la interpretación establecida al respeto. 
La depresión se relaciona con la baja autoestima que está asociada a abandonos tempranos, falta de cuidados, rechazo materno o paterno, abuso, excesiva inducción de vergüenza y culpa, o una mezcla de ellos. Esta falta de impulso vital que perciben las personas depresivas, tienen en su interior una sensación de vacío, como si faltara, o faltó, el padre o la madre, o ambos. Por eso es importante que cada uno se haga cargo de esta sensación y reconociéndola se puede ser feliz y tomar en plenitud la vida y el amor. Un paso importante para sanar la depresión es darle un lugar en nuestros corazones a todos aquellos que han pertenecido a nuestro sistema familiar, indiferentemente de quienes fueron o de lo que hicieron, agradecer que ellos estén detrás de nosotros y que nos sostengan dándonos fuerzas y empuje, respetando su destino y honrándoles.

¿Cómo te das cuenta si estás deprimido/a?
  • La mayor parte del día te sientes triste o vacío/a.
  • Has perdido el interés de casi todas las actividades que hacías anteriormente.
  • Has perdido o aumentado de peso en exceso.
  • Te cuesta dormir o te despiertas a media noche.
  • Te encuentras con menos motivación para hacer cualquier tipo de actividad.
  • Te encuentras más débil y cansado/a.
  • Te sientes pesimista, desesperanzado/a, con sentimientos de culpabilidad, inutilidad e impotencia.
  • Te cuesta tomar decisiones y has tenido alguna idea suicida.
  • Has perdido el deseo sexual.
  • Enfado o rabia persistente contra los que te rodean.

Si al leer este artículo sientes alguna inquietud o movimiento interior no lo dejes en el silencio busca a alguien con quién hablarlo y que pueda darte su mirada sobre este tema.
Recurre a un profesional de la salud para que te pueda orientar.
Y recuerda que para poder salir de la penumbra, cada persona debe tomar la decisión, es parte del proceso de la vida. Si necesitas  ayuda, nosotros/as estamos aquí para alentarte y ayudarte. 
Te recomiendo escuchar en YOUTUBE: “Necesito amarme” de Alejandra Guzmán.
Nos encontramos en el próximo artículo sobre la ansiedad.
1- Organización Mundial de la Salud
Categorías: capacitándonos

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