por hna. Mirta Sanchez, osr
Hola! Soy Hna. Mirta Sánchez, Oblata del Santísimo Redentor. Pertenezco a la Comunidad de Rosario y despliego mi misión y tarea en el Proyecto “Centro Madre Antonia”. 
El equipo editorial de esta Revista me ha regalado la oportunidad de compartir este espacio con vos a lo largo de este año 2016. 
Hermoso año que el Papa Francisco lo ha declarado como el Jubileo de LA MISERICORDIA. Me alegro profundamente y no puedo dejar de agradecer la bondad de un Dios, que sabe más que nadie, lo que sus hijas e hijos necesitamos.
Queremos que en este caminar conjunto vayamos haciendo un ida y vuelta de reflexiones, intuiciones, interrogantes, certezas, dudas, etc. Así nos enriqueceremos mutuamente. Y lo haremos desde nuestras convicciones y esperanzas; con sencillez y alegría.
Nada más oportuno para este tiempo que encontrarnos con el rostro misericordioso de Dios. Dice el Papa Francisco: “Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotras y nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre”.(“Misericordiae Vultus”)
Ahora bien,¿conozco mi mirada?¿me dejo mirar a los ojos?.
Sabemos que con la mirada podemos transmitir los sentimientos más profundos. Una mirada puede reflejar, tranquilidad, ira, enfado, indignación, ternura, deseo, amor, misericordia… ¿Tanto se puede transmitir con una mirada?. Propongámonos tener la “mirada fija en la misericordia”.
Siempre tenemos necesidad de contemplar este maravilloso misterio de la misericordia. La misericordia es el rasgo distintivo de Dios, es un amor que nace desde sus entrañas, es su manera de salir a nuestro encuentro, es la que nos abre el corazón de par en par para salir al encuentro de los demás. Porque la experiencia de la misericordia es una pista de lanzamiento.
A Dios no le importa cómo somos, sí
qué necesitamos.
Te propongo que hagamos un ejercicio: pregúntate y pregunta a quienes tienes a tu lado, familiares, amigos, etc. ¿qué es la misericordia? Descubrirás expresiones muy bonitas y quédate con la que más te identifica… (Si querés, podés enviármelas a mi correo personal y en el próximo número las compartiremos).
Como primer paso de esta caminada, en este tiempo de gracia que transitaremos juntas y juntos, vamos a profundizar y dejarnos empapar por este Dios “rico en misericordia” (Ef. 2,4). Y para ello tenemos la certeza de que esa misericordia es experimentada por cada una y cada uno. Miremos lo que significa en nuestra vida. 
Con una actitud de apertura recibamos la misericordia de un Dios que desborda de amor. Dejémonos abrazar y mirar por su misericordia y renunciemos a todos los miedos y dudas que no nos permiten ser felices…ser libres. Tengamos un rato de silencio y hagamos esta experiencia… 
Estamos viviendo un tiempo litúrgico que es la cuaresma, una invitación a experimentar en nuestras vidas la misericordia de Dios, que sale a nuestro encuentro, se acerca a curar nuestras heridas y a liberarnos; a recuperar en nosotros la preciosa imagen de su Hijo Jesús. 
Comprendemos la grandeza única de la misericordia, cuando la contemplamos a la luz de nuestros errores, abandonos, tropiezos y caídas. Cuando nos encerramos en nuestros egoísmos y dejamos de amar, de practicar la justicia, la solidaridad y el compromiso…
Como nuestra Fundadora, Antonia Ma. de la Misericordia, que supo descubrir ese “amor entrañable” y lo tradujo en gestos humanos, salgamos al encuentro de aquellas y aquellos que hoy necesitan de nuestra misericordia.
Te propongo que recemos con éstas dos imágenes y que busquemos un texto o una frase que exprese como nos sentimos ante ellas. Puede ser un texto bíblico o lo que a vos te surja desde el corazón.
Gracias y te deseo una Feliz Pascua 
de Resurrección.
¡Hasta la próxima!

Te dejo mi correo para ir compartiendo:
oblatascompartiendo@gmail.com

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